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Este proyecto está registrando en tiempo real el estado de ánimo del planeta

Silvia Laboreo (PlayGround)
24 oct 2016
3 Min. de lectura

Vivimos rápido. Anestesiados por las prisas, la rutina y el estrés. Un poco como si estuviéramos en un modo automático constante que nos robotiza y nos impide ser conscientes de nosotros mismos. Y solo al final del día, cuando nos dejamos caer en la cama reventados, nos damos cuenta de cómo nos sentimos realmente. Es entonces cuando la tristeza o la felicidad afloran... y nos ponemos a llorar o a reír a carcajadas.

Ahora, imagina una app diseñada para registrar nuestras emociones en tiempo real. Una aplicación de móvil a la que acudir varias veces para dejar constancia de que, por ejemplo, a las 15:00 horas estábamos radiantes, muy contentos, y a las 18:06 completamente desolados.

Spur Projects, una asociación que se dedica a prevenir el suicidio, ha lanzado How is the world feeling?, una app que se encarga precisamente de eso: registrar tus emociones diarias en tiempo real. La aplicación se puso en marcha el pasado día 10 de octubre, coincidiendo con el día Mundial de la Salud Mental y pretende crear un mapa global de cómo se siente el mundo en cada momento.

A lo largo de siete días, los usuarios que han descargado la aplicación han podido dejar constancia de sus sentimientos en cada momento. Pese a que ya ha acabado el período de recogida de datos oficial, la aplicación sigue activa como un método de seguimiento personal de tus emociones. Y de las de tu vecino.

La intención de la app es normalizar la “extremadamente amplia gama de emociones que se experimentan cada segundo de cada día. How is the world feeling? Lo hace de dos maneras diferentes: animando a los participantes a que comprueben regularmente cómo se sienten y aprendan a evaluar sus propios estados de ánimo, y situando cómo se sienten en relación a los otros”, explican en el sitio web.

La app permite a los usuarios elegir entre seis posibles sentimientos,felicidad, tristeza, enfado, ansiedad, poder o paz, y registrarlos según la intensidad con la que los sienten en ese momento.

Por ejemplo, yo ahora me siento triste. No me había dado cuenta hasta que no he descargado la app, introducido mi usuario y me he preguntado a mí misma cuál era mi estado actual.

Son las 18:30 y sigo trabajando.

El tiempo es una mierda.

Tengo hambre y no tengo comida, además me duele la garganta porque mis anginas están tan grandes como pelotas de tenis.

Mis planes al salir de aquí consisten en ir a casa y llorar por mi vida.

Estado de ánimo azul, de cabeza.

Una vez que consigues registrar cómo te sientes, puedes acceder a los datos globales interactivos, que dividen las emociones por distribución geográfica, género, condición sexual, religión, ocupación, estado civil y una docena de variables más. Además, permite filtrar los resultados para ver, por ejemplo, cuántas mujeres de 25 años españolas y estudiantes han sentido ansiedad en algún momento.

En estos instantes han participado en How is the World Feeling? 10.533 personas de 106 países diferentes, que llevan un total de 57.457 emociones registradas. Dentro de los rangos de emociones, los participantes se encuentran en paz 18.594 veces; felices en 15.344 ocasiones; tristes, 6.570; enfadados, 2.907 veces; con ansiedad, 11.544; y poderosos en un total de 2.485 veces.

La intención de la app es normalizar la “extremadamente amplia gama de emociones que se experimentan cada segundo de cada día

Según explican sus creadores, más allá de la curiosidad o de la utilidad como almacén gigante de datos de código abierto, la app pretende ser una herramienta de auto-cuidado. How is the World Feeling? envía mensajes ocasionales donde nos recuerda que podemos registrar nuestras emociones y también nos ofrece recursos y herramientas de apoyo sobre salud mental, como páginas web de atención psiquiátrica en línea, directrices de primeros auxilios, cursos de meditación o teléfonos de prevención del suicidio en todos los continentes.

Ahora mismo son las 18:56, he acabado mi trabajo.

Una compañera me acaba de dar un poco de chocolate.

Me duele un poco menos la garganta y en breve salgo por la puerta de la redacción.

No tengo planes pero tengo una serie y un sofá que me esperan con los brazos abiertos.

Me siento un poco más feliz, creo que voy a registrarlo.